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viernes, 24 de junio de 2011

inspiraciones nocturnas...

SALVADOR NOVO.

BREVE ROMANCE DE LA AUSENCIA
Único amor, ya tan mío
que va sazonando el Tiempo:
¡qué bien nos sabe la ausencia
cuando nos estorba el cuerpo!
Mis manos te han olvidado
pero mis ojos te vieron
y cuando es amargo el mundo
para mirarte los cierro.
No quiero encontrarte nunca,
que estás conmigo y no quiero
que despedace tu vida
lo que fabrica mi sueño.
Como un día me la diste
viva tu imagen poseo,
que a diario lavan mis ojos
con lágrimas tu recuerdo.
Otro se fue, que no tú,
amor que clama el silencio
si mis brazos y tu boca
con las palabras partieron.
Otro es éste, que no yo,
mudo, conforme y eterno
como este amor, ya tan mío
que irá conmigo muriendo.

Salvador Novo.

Mi pais de acogida.....


CADA DIA ME GUSTA MAS!!!!!!
Alemania es un país… silencioso. Ordenado. Pragmático. Cómodo. Verde y gris; en otoño dorado y naranja.
Todo funciona, las junturas encajan a la perfección, el cartón sólo se tira en el contenedor del cartón. Los autobuses urbanos cumplen sus horarios (o mejor debería decir: ¡tienen horarios!), la lluvia se presenta sin avisar, los olores son homogéneos.
Los alemanes no gesticulan ni entonan una palabra por encima de la otra. Suelen ir solos por la calle, hablan lo justo por el móvil, emanan tranquilidad. Parecen felices, sí… creo que lo son. Caminan por la calle sin prisa pero sin pausa, enfundados en ropas combinadas sin demasiada gracia, pero llevadas con mucha dignidad. En el recibidor de las casas se quitan los zapatos para no rallar el parquet. Tienen plantas y flores por doquier: en los balcones, terrazas, comedores, habitaciones. Hogares cuidados al detalle, acogedores, cálidos a pesar del frío.
Algunos comen en los bares de pie alrededor de pequeñas mesas circulares, altas, pero la mayoría desayunan y comen panes y pastas que compran en las panaderías, mientras caminan sin detenerse. Las compran en bolsas de papel y las comen de un modo muy curioso (y que no me canso de observar): dejan el alimento dentro, no lo sacan en ningún momento, sino que introducen la mano dentro y lo van desgranando pedazo a pedazo. Todos lo hacen así. Todos. Yo también, claro. Se ha convertido ya en un ritual que me encanta: sentarme (porque yo sí me siento) en un banco orientado al sol mientras me como pedazo a pedazo –desde dentro de la bolsa- un Brezel de queso, por ejemplo.
Los alemanes son muy educados, sumamente respetuosos. Están centrados en sus cosas y no se entrometen en las de los demás. Caminan despacio, esperan en silencio a que el tren llegue, leen revistas en los kioscos y luego las dejan en el estante (también me he apuntado a esta costumbre). Nunca tienen prisa, no gritan, usan pocas palabras malsonantes. Nadie se cuela en el metro, no les gusta la prensa gratuita, apenas fuman.
Muchos tienen los labios finos, los ojos claros, el cabello oscuro, la tez pálida. No tienen pelo rizado. Tienen unas droguerías-perfumerías preciosas, enormes, abarrotadas de potingues… en cada esquina (igual que en España, bares). Adoran las salsas, las especies y cualquier tipo de aditivo. Saben hacer coches, salchichas, pan y cerveza, entre otras muchas cosas

miércoles, 22 de junio de 2011

La mejor terapia...

Después de una semana llena de incidentes, decidí, que lo mejor que podía hacer era un cambio radical, un giro 360 grados, y que mejor forma de empezar que yendo a la pelu...que delicia.

Tradicionalmente las personas más importantes de las ciudades eran el cura, el médico y el alcalde por su posición de autoridad (alcalde), de salud (médico) y de psicólogo (cura).
Los tiempos cambian y los perfiles también pero lo que no cambia son las funciones. En nuestras ciudades modernas, llenas de edificios, de tecnología y de grandes inventos el perfil del psicólogo se encuentra diluido en nuestros amigos, nuestra familia, nuestros compañeros de trabajo pero hay una persona que nos entiende y que nos escucha al menos una vez al mes durante poco más de media hora.

Esta persona es el peluquero que nos tiene a su merced, armado con tijeras, cuchillas, peines, secadores, chorros de agua es capaz de conocer nuestras reacciones, nuestros deseos, nuestros sentimientos y nuestras pasiones mientras hace su trabajo.

Si es que una entra fatal, con los pelos y el animo por los suelos y después de despotricar del marido, la suegra, o el vecino, sale divina de la muerte.
 Hasta mi carnicera, las chicas de la guarde del niño, todos me decían (quiero ser modesta, pero no puedo) lo bien que me queda el corte..que contenta estoy... me siento como un reina con mi corte a lo Pink